Una casa campestre con espíritu industrial

Esta vivienda, construida en las afueras de Bucaramanga, rompe con el esquema de diseño tradicional de las casas rurales y deslumbra por su estilo industrial.

Esta vivienda, construida en las afueras de Bucaramanga, rompe con el esquema de diseño tradicional de las casas rurales y deslumbra por su estilo industrial.

Refugio cuenta con productos

De la típica casa campestre que a todos nos es familiar se esperaría un aspecto más cercano al de una cabaña, con muchos elementos constructivos y decorativos en madera. Pero Refugio, una obra del arquitecto Jairo Grimaldos, director de Despacho de Arquitectura, se sale de los límites para adentrarse en el look industrial.




Recordemos que el estilo industrial surge junto a las viviendas tipo loft, en la Nueva York de mediados del siglo XX. En un principio estas fueron fábricas o almacenes abandonados, los cuales se convirtieron en espacios habitables, con techos de gran altura y ventanales muy amplios, tal como los que vemos en Refugio.




En este edificio, con forma de bloque, en su fachada y muros interiores nos encontramos con un revestimiento unificado que evoca al cemento rústico, para darle a los espacios un look más urbano y que, además, le confiere a la construcción una imagen sólida y cohesionada, donde cualquier componente decorativo se nota con facilidad.



Fiel a su estilo, la estructura se presenta casi ‘desnuda’, con muchos elementos a la vista, como el vidrio, el techo y los muros expuestos. Estos elementos estructurales en su estado puro y los techos de doble altura son los que le transmiten una belleza única y fabril a Refugio.





Los holgados pasillos de la casa, las áreas comunes y las zonas privadas se destacan por sus texturas irregulares y su decoración ecléctica y muy bien dosificada. En este entorno el mobiliario blanco desempeña un papel fundamental, porque se mimetiza con el interiorismo; mientras que las iluminarias, por su parte, se asemejan a vigas expuestas, para acentuar el look industrial que envuelve a Refugio.




En el caso de los pisos la elección fue la más adecuada, pues se instalaron azulejos estilo cemento, pero con tonalidades más cálidas y neutras, para contrarrestar un poco los tonos fríos de las paredes y, a su vez, hacer juego con los escasos acentos de color que tienen algunas pinturas y adornos.




Si bien Refugio fue construida en un paraje natural su apariencia ‘industrializada’ no riñe con el hábitat arbóreo, esto se debe a que se edificó de forma fluida y neutral para que entrara en consonancia con el verde que la rodea.


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