Nada mejor para consentirnos en los días de invierno que tomar un ducha calentita, ¡es casi tan placentero como un buen café! ¿Pero es necesario tener una ducha eléctrica para disfrutar de esta experiencia? Esa es la pregunta que vamos a resolver en este post.
Las duchas eléctricas han sido muy populares en hogares donde la presión de agua es baja o no hay calentador central. Funcionan conectándose directamente a la red eléctrica, calentando el agua al instante mientras fluye por la ducha. A primera vista, podrían parecer la opción más práctica, pero cuando se comparan con las duchas modernas normales ya no son tan encantadoras.
Las duchas modernas convencionales, alimentadas por un sistema de calentador, ofrecen un enfoque renovado y avanzado en funcionalidad y diseño. Incorporan tecnología, comodidad, ahorro de agua y mucho estilo para transformar tus baños en espacios sofisticados y relajantes.
Conoce las 10 diferencias principales entre la ducha eléctrica y la ducha moderna normal, y después tú decides
1. Diversidad para elegir
Las duchas modernas atraen miradas por su estética y variedad de diseños, acabados y colores. Las encuentras disponibles en tonos como negro mate, oro rosa, bronce, dorado o cromado, y se adaptan a las tendencias actuales de interiorismo. Las duchas eléctricas tienen un diseño funcional y sencillo, por lo que carecen del impacto visual que las duchas modernas aportan a tus baños.
2. Versatilidad de configuraciones
Las duchas modernas pueden instalarse como duchas empotradas o con sistemas de barra ajustable, mientras que las duchas eléctricas son menos flexibles debido a su conexión directa a la red eléctrica.
3. Presión de agua
Gracias a los sistemas de calentador central, las duchas modernas ofrecen una presión de agua constante y uniforme, e incluso algunas te dan variedad de chorros para que personalices tu experiencia. Las duchas eléctricas suelen tener limitaciones en presión, especialmente si el suministro de agua es bajo.
4. Temperatura constante
Las duchas modernas mantienen la temperatura estable incluso cuando alguien usa otro grifo en casa. En cambio, las eléctricas son propensas a fluctuaciones que pueden ser molestas.
5. Accesorios funcionales
Algunas duchas modernas incluyen repisas integradas para acomodar artículos de aseo como champú, jabón y esponjas. Esto mejora la organización y comodidad, algo que las duchas eléctricas no ofrecen.
6. Mayor seguridad
Aunque las duchas eléctricas están diseñadas con protecciones, el uso de electricidad en un entorno húmedo no es tan aconsejable. Las duchas modernas eliminan esta preocupación al no depender de conexiones eléctricas directas.
7. Durabilidad
Los materiales utilizados en las duchas modernas, como acero inoxidable o latón, garantizan una vida útil más larga. Las duchas eléctricas, con componentes plásticos y eléctricos, tienden a requerir más mantenimiento y tienen una duración limitada.
8. Impacto decorativo
Las duchas modernas son un elemento decorativo clave en los baños de hoy. Un acabado dorado combina perfectamente con griferías de lavamanos y otros accesorios del baño, como toalleros y portarrollos; creando un ambiente equilibrado y armonioso. Las duchas eléctricas no contribuyen al diseño de tus baños de la misma manera.
9. Opciones ecológicas
Muchas duchas modernas incluyen tecnología para reducir el consumo de agua y tienen sellos ecológicos que respaldan su empatía con el medio ambiente. Las duchas eléctricas no suelen tener estas ventajas, además incrementan el gasto de energía.
10. Inversión a largo plazo
Las duchas modernas te bridan durabilidad, estética y funcionalidad por lo que son una mejor inversión en el tiempo. Las duchas eléctricas pueden generar mayores gastos en mantenimiento y reemplazo.