A todos nos encantan las cocinas impecables y acogedoras, y cómo no sentirnos deslumbrados por una estancia que es parte vital del interiorismo del hogar, especialmente las cocinas de estilo abierto. Si te encanta presumir la tuya y no te guardas mimos a la hora de consentirla, este post irá directo a tus Favoritos, porque es una guía para que tu espacio luzca siempre fresco y como recién remodelado. Más adelante te explicaremos con todo detalle los cuidados que debes tener con uno de los protagonistas de esta área: el porcelanato para cocina.
Este tipo de azulejos está entre los preferidos de arquitectos y diseñadores de interiores, gracias a su resistencia, versatilidad y valor decorativo. De hecho, el porcelanato ha ganado tanta fama en los últimos años que, además de revestir pisos y paredes, ya lo encontramos en encimeras, barras y hasta en mesas de cocina. Pero aunque el porcelanato es un material muy robusto y duradero, es mejor que conozcas algunos truquitos para que no pierda ese encanto y te acompañe por mucho tiempo.
1. ¿Cómo elegir el limpiador adecuado?
Uno de los errores más frecuentes al asear el porcelanato para cocina es creer que cualquier producto de limpieza servirá. Para nadie es un secreto que este material es muy fuerte, pero requiere productos específicos que no vayan a dañar su superficie.

Nunca lo laves con detergentes abrasivos, ni con limpiadores a base de ácido o cloro. Mejor utiliza soluciones suaves, preferiblemente formuladas para porcelanatos. Los productos neutros son los mejores aliados para limpiar sin estropear el acabado. Además, si tu cocina está decorada con tonos claros o beige, es todavía más importante ser delicado para no manchar ni deteriorar el color original.
2. ¿Por qué barrer con frecuencia?
Puede parecer una pregunta simple y obvia, pero el barrido es vital. El polvo, las migas y los pequeños residuos que caen durante la preparación de alimentos se acumulan, y con el tiempo pueden causar rayones a la superficie cuando se pisan o se arrastran.

Dedicar unos cuantos minutos cada día a barrer el piso ayudará a que tu porcelanato para cocina conserve su acabado original por mucho más tiempo. Este hábito es especialmente importante si elegiste colores de porcelanatos claros, en los que cualquier imperfección podría notarse más.
3. ¿Cómo protegerlo contra las manchas de grasa?
En la cocina se preparan platos deliciosos y se pasan momentos increíbles, pero también es el reino de las salsas, los aceites y los condimentos, por lo que los derrames accidentales son prácticamente inevitables. Por muy cuidadosos que seamos, en algún momento caerán gotas en el piso o salpicaremos la pared.

Si eso sucede no es necesario entrar en pánico, porque el porcelanato para cocina repele muy bien los líquidos, pero tampoco debemos confiarnos, ya que si una mancha de grasa permanece mucho tiempo en la superficie puede terminar opacándola. Evitarlo es muy simple, limpia cualquier derrame apenas ocurra. Un trapo húmedo y un poco de jabón neutro o vinagre son más que suficientes.
4. ¿Qué sucede con los objetos pesados?
Aunque el porcelanato de cocina es muy resistente, no podemos decir que es un material indestructible. Un golpe fuerte, como el de una olla pesada que cae desde una altura considerable, puede provocar fisuras o astillarlo. Solo tienes que ser cuidadoso al manipular objetos grandes o pesados. Una recomendación extra: utiliza protectores de silicona o alfombrillas sobre las superficies de trabajo.

5. ¿Cómo cuidar las juntas?
Algo que jamás debes olvidar son las juntas entre las losas. La cocina es una zona expuesta a los líquidos y con el tiempo las uniones, si no se las limpia correctamente, absorben humedad y suciedad, deteriorándose y afectando la estética general de la estancia. Como no queremos que esto pase, solo tienes que aplicar un sellador especial para juntas que mantendrá tu cocina pulcra y preciosa.

6. ¿Qué hacer al mover muebles o electrodomésticos?
¿Vas a reacomodar tu cocina o quieres correr la nevera para limpiar? Arrastrar muebles o electrodomésticos pesados sobre el azulejo puede rayar incluso el porcelanato para cocina de mejor calidad. Para mover los objetos pesados con toda tranquilidad usa protectores de fieltro o carritos rodantes, estos vienen diseñados para trasladar artefactos sin que sufra la superficie del piso.

7. ¿Cuál es la ventaja de hacer una limpieza profunda?
El aseo diario es fundamental, pero también deberías planear una limpieza profunda al menos cada tres meses. No es cosa del otro mundo, utiliza agua tibia y productos suaves, pero aprovecha también para repasar las juntas, revisar posibles manchas rebeldes y asegurarte de que todo sigue en perfecto estado.

Las cocinas con porcelanato lucen espectaculares después de una sesión de limpieza a fondo que les devuelve su esplendor original. ¡Afortunadamente el porcelanato es un material muy agradecido!
8. ¿Por qué estar atento a las recomendaciones del fabricante?
Porcelanatos los hay para todos los gustos, vienen en diversos estilos, colores y acabados como mate, brillante, texturizado, etc. Según el acabado y el color las recomendaciones de cuidado que da el fabricante varían. Eso quiere decir que las pautas para limpiar una superficie pulida, no suelen ser las mismas que para una superficie mate con texturas. ¡Así que no pases por alto leer las instrucciones de mantenimiento!

9. ¿Qué pasa con los objetos muy calientes?
Si tienes porcelanato para mesa de cocina o utilizas porcelanato en encimeras, es importante que los protejas de los choques térmicos. Colocar ollas recién sacadas del fuego directamente sobre el material puede generar microfracturas o manchas difíciles de reparar. Usa bases resistentes al calor, y evita colocar objetos muy calientes directamente sobre el porcelanato.

10. ¿Cómo mantener impecable el salpicadero?
El salpicadero por estar junto al área donde se prepara la comida y se lavan los trastes es uno de los elementos más expuestos a salpicaduras de salsas, aceites y otros residuos. La gran ventaja es que los salpicaderos revestidos con porcelanato para cocina son los más fáciles de limpiar. Después de cocinar, pasa un paño húmedo con un poco de detergente neutro o vinagre para eliminar las manchas recientes.

No permitas que los residuos se sequen o se acumulen, ya que la suciedad que no se retira degrada la estética del acabado. Si elegiste porcelanatos con texturas o relieves para esta zona, usa un cepillo de cerdas suaves para alcanzar cada rincón sin dañar la superficie.